El origen de la Inteligencia Artificial

El origen de la Inteligencia Artificial

Después de la Segunda Guerra Mundial, el matemático inglés Alan Turing formalizó la arquitectura de nuestros ordenadores contemporáneos. Fue el primero en alimentar el debate sobre la inteligencia artificial consciente a través del Test de Turing. Esta prueba sugiere que, si una máquina es capaz de mantener una conversación, a través de una teleimpresora, sin poder diferenciarla de un ser humano, entonces esta máquina puede llamarse «inteligente».

El origen

En septiembre de 1939 Turing fue convocado a las instalaciones militares de Bletchley Park, sede de la Escuela Gubernamental de Códigos y Cifras. El complejo estaba ocupado por un equipo heterogéneo de unas 10.000 personas dedicadas a intentar descifrar los mensajes cifrados que la Marina alemana emitía con la máquina Enigma – tecnología utilizada desde los años 20 por los alemanes – y que los británicos denominaban tráfico FISH. Los profesionales de este complejo eran matemáticos, ingenieros, lingüistas, docentes universitarios, oficinistas. Dos tercios de los trabajadores de Bletchley eran mujeres.

Turing lideró un equipo de matemáticos que diseñaron unas máquinas para verificar todas las potenciales configuraciones del Enigma en un tiempo razonable. El tic-tac continuo de los relés hizo que se las llamase Bombe. Bombe era una versión mejorada del dispositivo diseñado por el criptologista polaco Marian Rejewski y su función era eliminar las claves no válidas implementando eléctricamente una cadena de deducciones lógicas para cada combinación posible del código, de modo que se pudiese detectar cuando ocurría una contradicción y desechar la combinación.

A partir de 1940, el Servicio Británico de Descifrado construyó la máquina Bombe en serie para explorar las posibilidades de descifrado en medio de un secretismo absoluto hasta la década de los 70 del siglo XX. Sin embargo el mayor problema es que Enigma no era una máquina única sino que los alemanes habían desarrollado diferentes versiones con diferentes variantes, protocolos, claves y códigos… En 1941 un golpe de suerte permitió que un submarino alemán con su máquina Enigma con códigos para tres meses, cayese en manos de los Aliados. De este modo, con esa información privilegiada se alimentaron las máquinas Bombe.  

Los alemanes a su vez idearon una máquina de cifrado conjunto a la que los británicos llamaron Tunny, pero Turing consiguió en apenas unas semanas descodificar los mensajes intercambiados entre Hitler y sus generales en el frente ruso, así los Aliados supieron que los alemanes estaban convencidos de que pretendían desembarcar en el estrecho de Calais, lo que posibilitó el desembarco en las playas de Normandía. Se estima que gracias a los trabajos de los profesionales del Bletchley Park la II Guerra Mundial se acortó varios años.

Ese fue sólo el comienzo de la Inteligencia Artificial… En 1950 Turing inició su artículo Computing machinery and intelligence formulando la siguiente pregunta: ¿las máquinas pueden pensar? Hoy en día no existe ninguna máquina que haya pasado el Test de Turing con éxito, pero quizá sólo sea cuestión de tiempo…

Para ir más allá:

Imagen: kalhh