En Nuillé-sur-Vicoin, un municipio del País del Loira en Francia, han puesto en marcha la formación «hablar con una palabra y un signo» que ofrece la posibilidad de aprender signos simples y fáciles de usar en el contexto de la vida diaria, con el fin de comunicarse mejor con los niños sordos o con problemas auditivos. Desde el primer día las personas que acudieron a esos cursos, maestras de parvulario, han manifestado su sorpresa al ver que ya eran capaces de ser entendidos en nociones básicas por los niños.
En España hay un total de 1.064.000 personas sordas y con algún tipo de discapacidad auditiva (es decir, un 2,3% de la población total) según los datos recogidos por la encuesta del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su estudio “EDAD 2008”. Esto es, un 2.3% de personas que sufren una discriminación que impide su completo desarrollo tanto por las barreras de comunicación en entornos limitantes al no estar adaptados como psicosociales que impiden desarrollar sus capacidades y participar en la sociedad en igualdad de condiciones.
La lengua de signos se ha desarrollado históricamente por las personas que sufren de problemas auditivos o de expresión, dando lugar a un sistema de signos considerado por estas personas como lengua materna y situando la lengua oral y escrita como segunda lengua.
Dicho esto, siempre me ha sorprendido que no se estudie la lengua de signos en la escuela, pudiendo en poco tiempo de aprendizaje, poder eliminar barreras para ese más del 2% de la población española.
Podemos aportar nuestro granito de arena a la demolición de estas barreras aprendiendo la lengua de signos y poder abrirnos a otra forma lingüística que además nos aportará otra mirada al mundo.
Os dejo el enlace al Centro de Normalización Lingüistica de la Lengua de Signos Española (CNLSE) donde podréis encontrar cursos, material de aprendizaje y todo tipo de documentación sobre la lengua de signos.
