Hoy en Voces tenemos con nosotros a Mónica González Álvarez autora de «Noche y Niebla en los campos nazis«, un ensayo sobre las vidas de 11 mujeres españolas deportadas a Ravensbrück, uno de los infiernos junto con Mauthausen, Auchwitz o Bergen-Belsen en los que se despojaba a quienes franqueaban sus puertas de su humanidad.

El título de este libro hace referencia a uno de los estatus más temidos: el Nacht und Nebel (NN), las Noche y Niebla que además de estar privadas de libertad no podían comunicarse con las demás presas y en definitiva estaban condenadas a desaparecer.

La autora nos habla de las 11 mujeres que rescata de la historia de la siguiente manera: “En este libro hay dos tipos de supervivientes: aquellas que elevaron la voz, que dijeron basta, que dijeron ‘esto es lo que ha ocurrido, no se puede negar (…)Y luego por otra parte están esas mujeres que por el trauma, la depresión que cogieron durante los campos y después, la tristeza inmensa y todo ese horror que las fue carcomiendo el corazón y el alma fueron incapaces de hablar.” Con la voz quebrada mientras pronuncia estas palabras, Mónica es la voz de las 11 mujeres a las que ha hecho un homenaje en “Noche y niebla en los campos nazis”, un libro con alma que desde el respeto y el cariño, nos acerca a esas 11 vidas heroicas.

He de decir que al acabar la entrevista se me cayeron las lágrimas… Llorar es una de las reacciones que los humanos que no toleramos el mal, podemos tener ante la barbarie, junto con la incomprensión más absoluta y el gran desasosiego que provoca el horror. ¿Cómo es posible no llorar conociendo sus historias y todo lo que les ocurrió, no sólo a ellas sino a millones de personas, a millones de seres humanos? ¿Cómo es posible no desear que jamás nunca nadie deba pasar por algo así? La voz se quiebra ante la incomprensión del mal, un mal que parece inherente a nuestra especie, pero que quizá, gracias al rechazo que nos produce a la mayoría de las personas, y gracias a no mirar hacia otro lado, algún día se acabe.

Esa es la esperanza por la que debemos luchar activamente, como lo hace Mónica González Álvarez, que es escritora y periodista, pero sobre todo combatiente.