Toda herramienta tiene su propia dicotomía, su propia dualidad… François Rabelais, el padre de Gargantúa y Pantagruel ya lo observó en la invención de la imprenta y aseveró que podía ser tanto un instrumento de luz como de oscuridad, lo mismo podríamos pensar de la pólvora o de la revolución tecnológica que estamos viviendo. Todo depende del uso que le demos a las cosas.

Un dispositivo de rastreo por ejemplo, puede salvar vidas o ejercer una vigilancia opresiva en los seres humanos, las redes sociales pueden ser un jardín de intercambio de conocimientos estimulante y maravilloso como el escenario más patético, vulgar y soez de la manifestación del odio cobarde, Internet puede ser el árbol infinito de acceso a la sabiduría de la humanidad como el pozo oscuro en el que alimentar las peores pulsiones humanas…

En una de mis incursiones por la red de redes, prácticamente por casualidad descubrí una página donde se habían escaneado varios números de una curiosa revista de 1913 de la que os hablaré en breve en Vitakora.club. En ella, descubrí un artículo titulado “La Tierra es un organismo vivo” en el que se aborda la concepción de nuestro planeta como un organismo que se alimenta, respira, se mueve, que vive, en definitiva.

¿Qué tiene que ver la tecnología con esto, con Rabelais y con nuestra invitada de hoy? Bueno, en un mundo cada vez más digitalizado y tecnológicamente avanzado somos incapaces de respetar nuestros orígenes y nuestra esencia: somos parte de la naturaleza, somos partes del planeta y todo está conectado, está conectado antes de la red de redes, desde hace millones de años. Todo lo que le hacemos al planeta, a su fauna, a su flora nos afecta, afecta a nuestro organismo de manera directa. Si contaminamos, respiramos y comemos contaminación, si destruimos nuestro ecosistema destruimos nuestra supervivencia. Parece evidente, y sin embargo no somos capaces de apagar fuegos de manera rápida y eficaz, seguimos contaminando y seguimos esperando que otros se ocupen de nuestra salud tanto física como mental sin asumir nuestra propia responsabilidad en el proceso.

Hoy nos visita Sari Arponen para hablarnos de la microbiota, el universo de microorganismos que nos recuerda que formamos parte de un todo y que en nuestras manos tenemos las herramientas necesarias para comenzar a cambiar el mundo cambiando nuestros hábitos y siendo más conscientes de nuestro organismo.