SUSANA RIZO

«El homenaje que yo quise rendir en «Las vidas que te prometí» tiene efecto Prometeo. Es construir hacia el futuro, y además desde el punto de vista de una persona anciana que construye, que crea.»
© Laia Sabaté

Susana Rizo, argonauta de la belleza

Cuando comencé a adentrarme en los mundos literarios de Susana Rizo empecé a referirme a ella como argonauta de la belleza. 

Es lo que es, una buscadora incansable de la belleza y de la magia de la vida, una magia que suena a música con la que teje las historias que comparte cada semana con los lectores en Zenda, o con la que crea los universos de los libros que escribe y que hoy nos van a servir de hoja de ruta en esta segunda entrega de Ágora.

Y es que hoy en Ágora vamos a emprender un viaje a través de los tiempos, porque como veréis no hay un tiempo sino muchos.

Susana es licenciada en Historia del Arte y en Biblioteconomía y Documentación, y trabaja en la red pública de bibliotecas de Barcelona. Ha sido guía de museos haciendo viajar a los visitantes a través de la imagen y la palabra, especialmente de obras de arte precolombino.

En el 2018 gana el premio FeelGood de la Obra Social de la Caixa con su primer libro “Las vidas que te prometí” publicado con Plataforma Editorial, y en 2021 publica “La memoria del hielo” con ediciones Desnivel.

Estos dos libros serán nuestros faros en este viaje, pero Susana será nuestra embarcación y sin duda volveremos a Ítaca enriquecidos y con nuevas flores para nuestro jardín.

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Las vidas que te prometí | Plataforma editorial

Sinopsis que inspiran…

En una peculiar residencia para la tercera edad se instala una guardería, en la que pequeños y ancianos comparten unas horas al día. A través de la convivencia, los residentes vivirán momentos que despertarán en ellos emociones dormidas. Allí se conocen Ingrid y Max, una anciana entrañable y un chico de cinco años sensible y creativo. A pesar de la edad que los separa, la relación entre los dos se irá intensificando; compartirán confidencias y aprenderán el uno del otro.

Las vidas que te prometí, obra ganadora de la cuarta edición del Premio Feel GoodTM, es un homenaje a las personas mayores, así como una reflexión optimista sobre el final de la vida, un momento tan importante como el principio. Conscientes de que el mañana es una frontera difusa y que la ilusión solo puede vivirse en el presente, los protagonistas de esta novela no planearán su vida, la vivirán.

Susana Rizo ganó la IV edición del Premio Literario Feel Good, organizado por la Obra Social de La Caixa y Plataforma Editorial, con la novela Las vidas que te prometí. Un libro ambientado en El Hogar, una peculiar residencia para la tercera edad, donde se ha instalado una guardería en la que niños y ancianos comparten unas horas al día. Gracias a esta convivencia, muchos de los residentes hallarán nuevas alegrías y motivaciones. 

Ahí se conocerán Ingrid, una anciana entrañable, y Max, un imaginativo y sensible niño de cinco años. La relación entre ambos se irá intensificando con el tiempo, hasta que un acontecimiento cambie sus destinos para siempre, pero lejos de separarlos, los unirá más que nunca. (Fuente: Zenda)


Dibujo creado por Carla Bassi

Susana Rizo está al frente del bello proyecto «Lectures a cau d’orella», lecturas leídas para personas mayores que se sienten solas.

"Las lecturas al oído es mantener vivas las palabras y crear nexos donde no hay tiempo."
Susana Rizo
Escritora, articulista, historiadora del arte

«Unas desgarradoras notas musicales emergen de un edificio abandonado de Norilsk durante la primera noche del invierno polar en Siberia. La joven Elena Ivanova, atrapada en un bucle autodestructivo, es atraída por la inquietante melodía. En el interior de la antigua construcción descubre a un enigmático hombre que esconde un pasado traumático. Juntos compartirán furtivos encuentros en un apartado paraje de la tundra durante los cuarenta y cinco días de la oscuridad ártica, en los que ambos bucearán a través de sus recuerdos tratando de desenterrar ocultas desolaciones. Dos almas náufragas colmadas de verdad, y también de dudas, entregadas a una dependencia mutua que les conducirá a la salvación, o al abismo.» 

Susana Rizo

«Mi descubrimiento de esta ciudad fue una casualidad: mientras leía la revista National Geographic, descubrí un reportaje de la fotógrafa Elena Chernyshova que me dejó de piedra. «Arranca esa historia», me decía yo, porque tras esas imágenes había algo más. 

Escribía unos 10 folios por día, mientras los pétalos de una flor que tenía en la terraza se iban cayendo. Cada pétalo simbolizaba un capítulo. 

En ese tiempo, los hospitales se colapsaban por la pandemia, así que reunirme con Serguéi y Elena en una cabaña, y poder viajar hasta Moscú, Leningrado, Copenhague, al Yamal con los Nenet, me mantenía a salvo desde mi habitación. 

En otras circunstancias creo que nunca habría podido acabar esta novela. La supervivencia era mi objetivo, dentro y fuera de las palabras. Como lo es para Ivanova y su botella Sveta (que significa «Luz» en ruso) y para Serguéi; la primera por regresar a la vida, el segundo por regresar a la muerte, aunque ninguno de los dos sea consciente. Era una aventura fascinante. 

La trama de la novela fue concebida en el pasillo de casa, con música de Eric Satie, Bach y Debussy. Primero escribí el primer capítulo, y luego el último. De ahí, ir cerrando ambos extremos….»

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y "La memoria del hielo"