¿Qué harías si te lo arrebatasen todo? Tu casa, tus relaciones, tus raíces, tu amor, tus sueños… ¿Qué harías si te lo quitasen todo, incluida la libertad de expresar tus pensamientos, incluida la necesidad de pensar tus pensamientos?  Ese espacio que crees a salvo por pertenecer a lo más íntimo de tu esencia, algo que crees que puedes esconder y que, sin embargo, puede ser atacado hasta hacerte renunciar a ti mismo… Y en ese preciso instante de abdicación, ¿qué harías con tu reflejo? ¿Habría vida en la carcasa en la que te convertirías?

En nuestro mundo hay vida, emoción, dolor, hambre, mucha hambre, muerte, demasiada muerte, resurrección, destrucción y sentidos, muchos sentidos para anclarnos a la vida, para no someternos a la oscuridad gracias, por ejemplo,  elementos como los libros. Por eso me gustaría hablaros de «Los colores del tiempo» de Ana Alonso -editorial Espasa-, un libro que da testimonio de la España de la «Nana de la cebolla» que Miguel Hernández escribió a su hijo, una nana coloreada del pálpito de la vida que debemos reivindicar mientras nos quede aliento.

«Los colores del tiempo» es un cuadro de esa España de posguerra, de sus personajes,  de  los susurros constantes del miedo de quienes eligieron, independientemente de su color, seguir luchando, cada uno a su manera, cada uno en su espacio, cada uno cultivando su jardín por la libertad a pesar del blanco y negro de una época oscura iluminada por cada respiración que se abrió paso con la dignidad que le quedaba rasgando las noches casi eternas.