VERÓNICA MOLINA

“El alma no se vende. Nuestra alma, la de cada uno la tenemos que diseñar nosotros, la tenemos que querer nosotros, la tenemos que mimar nosotros. Si te entregas a un grupo, el que sea, estás perdido porque estás vendido.”  

Fotografías autor: ©nines-minguez

La caja de Pandora, Martina y Verónica

Por Lorena Ordóñez

Acabo de leer un libro y ahora me dispongo a entrevistar a su autora para el 5° programa de la segunda temporada de Voces, como suelo hacer desde hace unos meses desde que la pandemia me lanzó, como a tantos otros, a la conquista de tierras profesionales alternativas. Tengo ante mí a una mujer joven, bella, de sonrisa serena y de ojos grandes, profundos como las fosas oceánicas, ojos que hablan de lo que conoce: conoce la oscuridad, no hay duda, la conoce y la combate. Cuando comienza a hablar, su tono de voz hace que cada palabra que pronuncia vibre de manera especial y mientras nos adentramos en Un segundo antes de la furia, su primer libro, no dejo de arrastrar una pregunta que a su vez, cual esparavel, arrastra otras tantas: ¿cómo han podido abusar de ella en su infancia? ¿Quién ha querido destrozar la inocencia de una niña de ojos curiosos y con ese alma pura que sólo tienen los niños? ¿Quién ha querido jugar a ser un dios constructor del Mal, deseando que la virginidad espiritual de una niña se convierta con el tiempo a causa del dolor en furia, rabia y autodestrucción? Quizá la pregunta no es quién sino qué… qué ser es capaz de intentar devorar a una niña.

El abuso de menores es tabú. Es un tema tabú en nuestra sociedad, es un tema tabú en las familias, en los colegios. Ante el dolor del adulto que nos habla de su experiencia traumática en su infancia sentimos compasión, lástima, miedo o rechazo. No queremos oír algo tan atroz y acabamos por abandonar en la más profunda soledad a la víctima. Solemos hablar de empatía sin entender que no es posible ponerse en el lugar de una persona estigmatizada, y menos si los hechos traumáticos ocurrieron en su infancia, y menos aún si esos hechos son abusos sexuales. No es posible. Esas personas han crecido con una herida que los ha convertido en lo que son hoy; si no se ha pasado por lo mismo nadie puede entenderlo.

Pero sí podemos escuchar a esas personas, acompañarlas y en este caso concreto, en el caso de Verónica Molina leer el libro que ha escrito. Un libro vestido de thriller que es una denuncia a través de la ficción, una voz que nos invita a sacar a nuestros monstruos del armario. En la novela de Verónica tenéis la radiografía de una mujer que de su caja de Pandora eligió la esperanza un segundo antes de convertirse en furia.

Para ayudar podemos también no desviar la mirada, aunque escandalice, duela o remueva nuestros propios fantasmas. Y debemos estar atentos a los niños de nuestro entorno. Los abusos a menores son un grave problema que no debe tener cabida en ninguna sociedad: si no cuidamos a nuestros niños, si no los protegemos ya estamos muertos.

LwcyD en Pixabay

En España, según datos de la Fundación ANAR, el 73% de los casos de abusos sexuales a menores se produce en sus hogares o en hogares del entorno familiar, los llevan a cabo personas que en la mayoría de los casos son conocidos en el entorno del niño. Las consecuencias de esa violencia en esos niños son la ansiedad, el miedo, la depresión, la agresividad, la rabia, los problemas psicológicos y el aislamiento. Muchos de esos niños pensarán en quitarse la vida y algunos lo llevarán a cabo porque a ellos ya se la han arrebatado cuando además no tenían recursos para defenderse.  

Los niños tardan más de 2 años en contar que han sido víctimas de abusos y muchos de ellos se encuentran con la incredulidad y el descrédito de su propia familia. A una personita que ha sido abusada, probablemente por alguien del entorno, se la vuelve a maltratar, se la sigue destrozando. Ese niño, esa niña crecerá sabiendo qué es el mal y cómo utilizarlo. Lo único que hará que no se convierta en un monstruo más es que se detenga un segundo antes de que la rabia, la furia, la desesperación de lo incomprendido lo devore. Y eso sólo es posible con amor, con mucho amor.

Tras el entierro de un familiar Martina, la protagonista de Un segundo antes de la furia, comienza a desdoblarse entre la mujer que ha estado proyectando en su entorno y ante la sociedad durante años y la caja de Pandora que lleva dentro. Algo en Martina lucha por salir, algo rabioso, feroz, algo que grita venganza, venganza a cualquier precio. Ese proceso la envolverá en una espiral de violencia, manipulación y sexo sin control que os va a escandalizar, mucho y no entenderéis por qué Martina actúa así. Quizá penséis en huir porque no lo podemos entender. La empatía no es válida en estos casos, pero sí podemos seguir leyendo para encontrar la luz en la novela de Verónica y de Martina, una luz a la que se llega a través de la esperanza de la caja de Pandora, que no deja de ser la caja de estas tres mujeres.

Como leemos en Un segundo antes de la furia: “Si huyes, avanzas – dijo al ver que no le respondía – pero corres el riesgo de perderte en la oscuridad. ¿Por qué no enciendes la luz?”

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Reseña de Un segundo antes de la furia

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Bienvenidos a VOCES, un programa de VItakora en el que nos daremos cita con autores y  especialistas en diferentes disciplinas, así como autores, artistas, comunicadores y en definitiva todas las personas que tengan una historia que contar, porque todas las voces importan.

En este espacio el objetivo es compartir nuestras experiencias y aprender los unos de los otros, aprender a mirar la vida con otras miradas, desarrollar la empatía y entendernos todos un poco mejor desde el respeto y la humildad.

Voces es un programa exclusivo de V.Iták-Ora que podéis encontrar también en plataformas como Youtube, Ivoox o Google Podcast. Si tenéis una historia que contar ¡este es vuestro espacio! Podéis participar escribiendo a contacta(arroba)vitakora.club

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