Las muy ricas horas del duque de Berry es quizás el libro de horas más célébre del siglo XV. Fue encargado por Juan I duque de Berry, miembro de la familia real francesa, a los hermanos Limbourg: Herman, Paul, y Johan, los más célebres miniaturistas de su época.
Gustav Doré despuntó como dibujante y grabador del s. XIX con un estilo barroco bellísimo, llegando a ilustrar libros como La Biblia, La Divina Comedia, El Quijote, las Fábulas de La Fontaine o el Gargantúa y Pantagruel de Rabelais que os muestro en la imagen anterior. Aprovecho para recomendaros la lectura de François Rabelais, un maestro de la sátira.
En el siglo VIII d.C. un presbítero del monasterio de San Martín de Turieno (hoy Santo Toribio de Liébana) de nombre Beato, escribió un Comentario al Apocalipsis de San Juan que en muy poco tiempo se hizo enormemente popular. Copiado e iluminado repetidamente a lo largo de toda la geografía española, en la actualidad estas copias constituyen un impresionante conjunto de códices medievales de enorme valor conocidos como beatos.
El Beato Emilianense me tiene absorta, os dejo el enlace por si os produce el mismo efecto: clica aquí